Lotería
Probablemente, había millones de proles para
quienes la lotería era la principal razón de su existencia. Era toda su delicia, su locura, su
estimulante intelectual. En todo lo referente a la lotería, hasta la gente que apenas sabía
leer y escribir parecía capaz de intrincados cálculos matemáticos y de asombrosas
proezas memorísticas.
Precipitadamente, para no tener tiempo de asustarse, bajó la escalinata y cruzó la calle.
No tener tiempo
Atractivo
Winston pagó inmediatamente los cuatro dólares y se guardó el codiciado objeto en el bolsillo. Lo que le atraía de él no era tanto su belleza como el aire que tenía de pertenecer a una época completamente distinta de la actual.
Precio
El dueño de la tienda pareció alegrarse mucho de cobrar los cuatro dólares. Winston comprendió que se habría contentado con tres e incluso con dos.
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