jueves, 14 de febrero de 2013

Astros a favor

C.S.Lewis. Más allá del Planeta Silencioso (Ransom 1)

El rugido que escapó de todas las gargantas cuando comenzó a girar entre todos otra vez, secándose la transpiración de la frente con una mano y agitando el collar en la otra, ahogó todo lo que podía estar diciendo, pero Ransom pudo leer sus labios que seguían diciendo: ―¡Lindo! ¡Lindo!. Entonces, el sonido de las risas casi aumentó su volumen al doble. Los astros no estaban ese día a favor de Weston. Levantaba y bajaba una rodilla e inclinaba la cabeza, rítmicamente, hacia uno y otro lado, mientras agitaba el collar.

Posiblemente estaba rememorando esfuerzos hechos tiempos atrás para entretener a alguna sobrinita y evitar que llorara. Casi se podía decir que bailaba y su rostro estaba enrojecido por el esfuerzo. Ransom casi se dio vuelta para irse cuando notó que los labios del científico cantaban: ¡Sobre el Puente de Avignon...! Fue un agotamiento casi total lo que concluyó la representación del gran físico, la más exitosa en su tipo jamás ofrecida en Malacandra, y que provocó rugientes carcajadas de la audiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario