martes, 12 de febrero de 2013

Levantarse tirando de los pelos propios

C.S.Lewis. Más allá del Planeta Silencioso (Ransom 1)

Cuando notaban que Ransom ya no sabía qué agregar sobre algún tema, lo dejaban de inmediato y saltaban a otro. A menudo extrajeron mucha más información indirectamente de él, que lo que conscientemente poseía, basándose en los amplios conocimientos que, obviamente, tenían de ciencias en general. Una casual observación de Ransom acerca de los árboles cuando trataba de hablar sobre la fabricación del papel, llenó para ellos un blanco que les había dejado en sus incompletas explicaciones sobre botánica; lo que les dijo sobre la navegación en la Tierra les aclaró varias incógnitas sobre mineralogía y la descripción que les esbozó de la máquina de vapor les aclaró mucho mejor las características del aire y del agua en la Tierra, con datos que Ransom mismo desconocía. Desde un principio había decidido ser enteramente franco, porque de lo contrario sería indigno de ser considerado un jnau y, además, disfrazar las cosas no tendría objeto. Quedaron pasmados sobre lo que les contó acerca de la historia humana, de la guerra, de la esclavitud y de la prostitución.

— Eso se debe a que no tienen Oyarsa — dijo uno de los discípulos.

— Se debe a que, cada uno de ellos, desea ser un poco Oyarsa — comentó Augray.

— No pueden evitarlo — dijo el viejo sorn —. Debe existir algún tipo de gobierno, pero, ¿cómo pueden los seres gobernarse ellos mismos? Las bestias deben ser gobernadas por un jnau, un jnau por los eldila, y los eldila por Maleldil. Esos seres no tienen eldila. Están tratando de levantarse tirando hacia arriba de sus propios cabellos, o como alguien que quisiera ver desde donde está toda la región que lo rodea y está al mismo nivel que ella, o como una hembra que quisiera tener un cachorro sin el macho.

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